Los minerales de la arcilla se forman típicamente durante largos periodos de tiempo a partir de la degradación química gradual de las rocas.

Está compuesta entre otros minerales, por hierro, sodio, calcio, potasio, sílice y magnesio formados a partir de cenizas volcánicas. 

 

 

• Para mascarillas faciales, capilares y corporales

• Para hacer sus propios jabones exfoliantes

• Para fabricación dentífrico casero

• Como polvo cosmético para la cara

• Para baños desintoxicantes

• Como talco para bebés

 

 

•Mantiene su piel suave y flexible.

 

•Acondiciona y nutre la piel mediante la eliminación de las células muertas y la extracción de los excesos de grasa, impurezas y toxinas, esto ayuda a combatir y evitar acné, espinillas y manchas en la piel.

 

•Ayuda a curar y regenerar el tejido, rejuveneciendo la piel de forma natural combatiendo a su vez las arrugas. 

 

•Alivia quemaduras menores y picaduras de insectos.

 

 

Constituye una carga muy interesante para jabones por su poder emulsionante y por su afinidad por las partículas carbonadas al efecto detergente. Entre sus propiedades tenemos su gran poder emulsionante y acción detergente debido a la suspensión viscosa del gel que contiene; su capacidad de dispersarse en el agua más rápidamente que los otros jabones por el hecho de contener arcilla en estado coloidal; su propiedad de cambios de base que ablanda las aguas duras y corrige el exceso de álcalis del jabón realizando un efecto autoprotector sobre los tejidos.

 

 

Rara vez se observan reacciones adversas, éstas pueden producirse por alergias pre-existentes o en pieles en extremo muy sensibles, ante la duda pruebe con una pequeña cantidad en la parte interna de su brazo y espere unas horas para comprobar si existe alguna reacción.